citando
No quisiéramos dejar pasar ni un día más la oportunidad de tener un espacio en esta página para mi gran amigo Carlos, estas imágenes que ustedes están observando son en una boda de una amiga de nuestro pueblo, de mi tierra de la suya, Aldea Quintana, fue el 19-06- 2010 cuando Juan Carlos Dobao decidió probar suerte, al menos matar el gusanillos con sus amigos y paisanos.
Estoy escribiendo estas letras con lagrimas en los ojos, porque Carlos ha sido para mí una gran persona y un gran amigo.
Han sido muchas las historias que he vivido con este joven aldeano, al que yo quería como un hermano, los dos empezamos juntos, los dos en nuestra infancia quisimos ser torero, los dos tenemos el cuerpo lleno de golpes que nos propinaban las vacas, entrenamiento, preparación física, debates, tertulias…. Pero siempre el toro de por medio, Juan Carlos Dobao Poley que así se llamaba este querido y admirado amigo, llegó a torear la becerrada de la mujer cordobesa, era su ilusión y la cumplió, pero todo al fruto de un gran esfuerzo humano, “su abuelo” Juan Poley fue una pieza clave en la historia de su nieto al que quería y adoraba con locura, este hombre, “su abuelo” estuvo día tras día en entrenamientos y preparaciones en el campo, todo y por su nieto.
Juan Carlos con apenas 30 años se ganaba la vida en una gasolinera de su pueblo Aldea Quintana, los fines de semana que no trabajaba, los vivía intensamente junto a su mujer Elena, sus toro o su moto al que le gustaba de vez en cuando salir a pasear, era una persona deportista, salía a correr cuando podía y hacía mucho deporte, es decir jugaba al futbol en ratos libres con su amigos, el destino quiso que mi amigo Carlos nos dijera adiós para siempre el día 6 de febrero de este mes que estamos viviendo, una enfermedad que no se sabe cual, acabo con su vida el pasado domingo.
Para todos aquellos que lo conozcan, que a lo mejor tu eres uno/a que lo conocías ye recuerdo que la primera misa en su honor es próximo viernes en Aldea quintana a las 19:00 horas.
Estaría todo el día hablando de mi amigo y compañero, pero la vida sigue y tenemos que seguir marchando.
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