FOTO CEDIDA POR CORDOBA TAURINA La feria de Montilla no pasará a la historia en cuanto a toreros nos referimos, hemos estado dos tardes en la gran feria de san Francisco Solano, feria que celebra todos los años en honor a dicho santo.
Se esperaba más de estos chavales que empiezan o que algunos llevan ya un bagaje bastante importante de novilladas, siempre se ha dicho que el buen toro descubre al mal torero, y que verdad más pura.
Comenzamos por la primera tarde, una tarde de calor sofocante que apenas cubría el cuarto de entrada del coso portátil montillano.
Se lidió una gran novillada de Jaralta, pero digo gran en todos los aspectos en presentación juego y comportamiento, muy bien hecha cuajada, algunos con hechuras de toros, pero muy bondadosa.
Abría cartel el local Francisco Solano conocido por todos por el montillano, que no estuvo cómodo en ningún momento ante sus dos oponentes, con el primero de su lote se entendió a medias lo mató como pudo y hasta ahí, el segundo no lo vio claro en ningún momento y pensé a veces que el chaval se quedó bloqueado.
Rafael Tejada se le ve más curtido en estas batallas pero tampoco estuvo a la altura que exigían los Jaraltas, sobretodo en el novillo Allencillo número 73 de pelo negro listón, el animal se entregó de principio a fin y, cuando mejor estaba toreando dijo hasta aquí, me aburrido y no quiero torear más, fue una pena porque un coquito como este tardara en comérselo, luego con la espada se alivió bastante, pero en fin el verá.
El joven que cerraba plaza era Miguel Ángel Moreno, un chaval que tiene buen concepto toreando de capote que luego bajó bastante con la muleta, siempre descolocado y sin estar a la altura de las circunstancias.
Enhorabuena al empresario y Santiago Muñoz el ganadero por esta gran novillada que en otras manos otro gallo hubiese cantado.
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