El pasado sábado se celebraba en la localidad cordobesa de Conquista, un magnífico espectáculo taurino, con motivo de las fiestas patronales de santa Ana.
Se lidiaron cuatro novillos de Ana Pomar y Moreno Serna bien presentados, que resultaron mansurrones, pero con fondo de nobleza que cuando iban al engaño se dejaban, el mejor el tercero.
Abría cartel el rejoneador José Rocamora, un joven torero a caballo que estuvo muy voluntarioso ante un enemigo que no le dio opción a triunfo ninguno, todo tuvo que ser esfuerzo de caballista y caballo para intentar agradar al frio publico de Conquista, clavó bien al estribo, hasta cuatro pares tuvo que poner el chaval para hacerle ver al respetable que más no se podía, siempre buscando al carencia, faena de mucho merito al tener que acercar demasiado los muslo del los caballos a los pitones del animal, lo mató de un rejonazo caído y le concedieron las dos orejas.
Luís Olmo es un novillero de Vilches que está también preparado para muy pronto dar el salto al escalafón superior, ayer no tuvo suerte con su enemigo, un novillo que nunca se vio entregado en la franela, siempre a su aire, como si no fuera con él, un mansurrón que no le dejo estar cómodo al chaval, mucho merito la faena de Luís al tener que tragar algún que otro sustillo sin consecuencia, un pinchazo y estocada, fue lo suficiente para que le premiaran con las dos orejas.
No me gustó nada Juan Reyes, topó con el mejor de la tarde y supo darle las distancias que el animal pedía, paso atrás y por fuera y para fuera, y eso amigos en el toro no vale, además tiene un concepto del toreó que todos los toros no te lo permiten, el toreo amorantado, era Morante puro pero con menos oficio, el añadido de pelo natural, la forma de ir por la plaza, los pases intentando rematar en los costados del animal, todo perfecto, pero ayer no, enfrió lo poco que se caldeó anteriormente, estocada casi entera desprendida y seis descabellos, fue lo suficiente para entregarle una oreja de poco peso.
Cuando todo parecía que la tarde iba de mal en peor llegó “gallito chico”, ahora me doy cuenta que cuando un profesional como José María Tejero bautiza a un torero lo bautiza de una vez, yo a Andrés lo llevo observando mucho tiempo, y cada día me gusta más, cuando todo parecía que iba como una velita que se consumía poco a poco gallito chico ni corto ni perezoso se va a toriles, recibe al animal por gaoneras en el centro del anillo a pie quieto y le pega siete gaoneras que revolucionó al publico de Conquista, su banderillero Fernando Tello le hizo ver con su capote que el novillo era de lio gordo, le costó trabajo entregarlo a la muleta, pero el gallo de pelea quieto como un marmolillo le dijo al animal pasa por donde quieras pero aquí hay que morir, y así lo hizo, el animal llego un momento que ya tuvo que decir aquí me tienes a tus pies, le pego pases circulares por la espalda, pases por alto, pases afarolados, vamos todo lo que se le pueda hacer a un toro bravo, pero todo esto en un palmo de terreno y sin moverse, más no se podía hacer, un estocada caída le valió las dos orejas y el rabo, ojo con este chaval.
Por cierto muy buena la brega de Fernando Tello, al final del festejo, se le entregó a gallito un trofeo al triunfador del festejo.
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