Miguel Ángel Delgado, nuevo matador.

foto cedidas por en el albero.

El diestro ecijano Miguel Ángel Delgado estuvo a punto de salvar lo que podía a ver sido una tarde pésima de toros, la corrida de gavira justita de presentación no dio el juego que todos los aficionados nos esperábamos, en el cartel se anunciaban Alejandro Talavante, que no pasó de estar voluntarioso ante dos toros muy desiguales, su primero tenía que haberle planteado otro tipo de faena y no ahogarlo tanto, lo que podía haber sido una faena de premio se convirtió en silencio porque el animal tenía un pitón izquierdo extraordinario, sin embargo el lo toreo en unos terrenos que el toro no se lo permitió en ningún momento, las cercanías, y su segundo un autentico marmolillo que no se movía nada, y para remate la espada, no lo vio claro en ningún momento y quiero recordar que a su primero tuvo que descabellar hasta seis ocasiones.
Julio Benítez, venía a Córdoba muy ilusionado y contento, y se le notaba bastante, tenía ganas de triunfar en su tierra, no es el Julio que en otras ocasiones parece que no estaba ayer lo vimos entregado, ojo, y toreando de verdad, yo me quedo con dos tandas derechazos que hizo sonar la música, el `pasodoble “Manuel Benítez El Cordobés” más aún se motivó rodillas en tierra desplantes a cuerpo limpio, el presidente, quiso ser otra vez protagonista y le robó la oreja.
Miguel Ángel Delgado se doctoraba ayer en Córdoba, el me decía a mí en más de una ocasión que esta plaza siempre le gustó para hacerse matador, lo consiguió no como él hubiera querido pero lo consiguió, el toro de su alternativa “campolargo” de Gavira era muy flojito pero muy noble, este obviamente se lo brinda a su padre, es lógico que el día más feliz de un torero sea la alternativa, sin embargo el chaval, relajado, muy cómodo sin perder la compostura en ningún momento, tanto se relajo que en alguna ocasión salió trompicado.
Tuvo que ser el sexto cuando la desesperación llegaba, después de los flojos restantes, cuando Miguel le forma un lio gordo a este toro, desde capote ya lo cantó toreando a la verónica poniendo la plaza a hervir, su banderillero Juan de los Reyes se lo cantaba, que el toro podía servir, lo brindó al público, a los centenares de Ecijanos que se desplazaron a verle, tres tandas con la diestra otras tres con la zurda, unos ayudaditos y cinco manoletinas de escándalo fue el fervor en los graderíos, lástima que la espada no le acompañara, que seguramente tenia la puerta de los califas abierta.
Destacaron en banderillas Rafa Figuerola, Paco Gómez Algaba y Juan de los Reyes.